EL REGRESO DEL INTER-NACIONALISMO: Resistencia a la globalización y al imperialismo.
Hace unos días, después de una semana de concilio en el pequeño pueblo de McLeod Ganj, India, quinientos delegados tibetanos en el exilio dieron su apoyo al Dalai Lama como líder político del pueblo Tibetano. A continuación el Dalai Lama reafirmó lealtad para con su pueblo, y prometió trabajar por la causa Tibetana hasta la muerte. Conocido como líder espiritual, muchos occidentales consideran que esta lealtad a su pueblo es un asunto secundario, folclórico y prescindible en la agenda vital del Dalai Lama. Otros critican su nacionalismo como una contradicción, o ponen en duda sus estrategias de alianzas para enfrentarse al abuso de las autoridades Chinas que en 1959 invadieron su país, acompañando las transformaciones económicas y sociales con un despliegue militar que causó la muerte de, al menos, una décima parte de su población, que fue sometida a un férreo programa de reeducación que consistió, fundamentalmente, en la devaluación de la lengua, la cultura, la religión y la historia