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EL COSMOPOLITISMO DE EUGENIO DÍAZ

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Hace un par de días murió Eugenio Díaz. Fue un viejo amigo que conocí en mis tiempos “asiáticos”, como me gusta llamarlos cuando "me hago el interesante". Eugenio era un cosmopolita hecho y derecho. No pretendía, como muchos, ser un habitante del mundo, sino más bien un hombre sencillo que fue dando forma a su carácter y personalidad por medio de la ardua tarea de encontrarse con los otros, con esos que no son como nosotros. Al cosmopolitismo de Eugenio Díaz contrapongo un cosmopolitismo imperialista que pretende hacer del mundo un lugar homogéneo. Un cosmopolitismo de personas que se reconocen idénticas en todos lados, portadoras de un carácter y una personalidad “neutra” como el inglés internacional o el castellano hispanoamericano que es de todos lados y de ninguno. Para los cosmopolitas de la segunda categoría, todos los nacionalismos son barbarismos primitivos que estamos obligados a combatir y superar. La historia, para éstos, se dirige con dificultades crecientes hacia

HERMENÉUTICA DE LA VIDA COTIDIANA

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Me siento frente al ordenador. Repaso los titulares del periódico A. Elijo dos notas que me interesan. Las leo. Cuando termino, regreso al blog y “cliqueo” para ir al periódico B. Selecciono un par de artículos, los leo. Cuando acabo caigo en la cuenta que estoy otra vez, como siempre, enfrentado a la necesidad de elegir entre dos mundos, dos realidades irreconciliables. No hay nada, excepto la nominalidad de las entidades que se mientan en los respectivos rotativos, que pudiera hacer sospechar, a falta de ellos, que se están describiendo o explicando los mismos hechos, la misma realidad. Eso significa, para empezar, que ni la noción de descripción, ni la noción de explicación resultan convincentes a la hora de comprender la política mediática. El desafío consiste, dicho muy malamente en lo siguiente: ¿cómo encarar la cuestión de la interpretación sin caer en las trampas que el nietzscheanismo blando nos ha impuesto en la forma de postmodernismo? “Todo son interpretaciones”, decía Niet

HONRAR EL PENSAMIENTO

Vivimos una época curiosa, una época en la cual el pensamiento reducido a su función técnico-instrumental encuentra su mejor aliado en el emotivismo. El pensamiento reflexivo no vive sus mejores horas. Por esa razón se me ha ocurrido, como una especie de recordatorio para mí mismo que eventualmente puede serle de utilidad a un hipotético lector, apuntar algunas anotaciones sobre este asunto. Nuestras vidas, como venimos diciendo en prácticamente cada uno de los post que hemos colgado en esta página, parecen vivirse, en muchos casos, por sí mismas, independientemente de las decisiones que tomamos al respecto. El propósito de nuestras vidas parece decidirse en otro lado. La empresa capitalista y la burocracia estatal nos imponen estructuras que constriñen nuestros horizontes. Desde el comienzo de nuestras vidas, y aún antes que nuestras vidas sean siquiera una esperanza en el vientre de nuestras madres, estamos sometidos a poderosos discursos, mecanismos y disciplinas de objetivación que

RELEYENDO A FOUCAULT

Hoy quiero decir dos palabras sobre la relación que existe entre las instituciones democráticas y el entramado de disciplinas que subyace a cualquier articulación teórica de dichas instituciones. No cabe la menor duda que la llegada de la democracia a países como España y otras naciones latinoamericanas representa un avance auténtico e incuestionable en términos de política representativa, es decir, en vista a los ideales de igualdad ciudadana. Sin embargo. dichos progresos y la pluralidad ideológica que permite, en el seno de su marco institucional, enmascara una serie de displinas “universalmente” aceptadas que aseguran que los miembros de las sociedades democráticas no alcancen jamás la igualdad y la igualación de poder que los ideales democráticos explícitamente dicen promover. Como ha señalado en incontables ocasiones Noam Chomsky, si prestamos atención al contenido del debate público en las sociedades democráticas, llama la atención el modo en el cual el “consenso” político-cultu

LOS PRISIONEROS "FANTASMA"

Rebelión.org informaba hace unos días acerca de un documento, realizado por un grupo independiente de expertos de las Naciones Unidas, en el cual se alerta sobre la utilización sistemática de detenciones secretas como estrategia en la llamada lucha antiterrorista, que amenaza con convertirse, debido a la extensión y naturaleza de dichas prácticas, en crímenes de lesa humanidad. Todos recordarán que hace algunos años un escándalo de enorme relevancia inundó las portadas de los periódicos del mundo poniendo fin a cualquier pretensión “humanista” de la Europa economicista que los tecnócratas le robaron a los idealistas de antaño y a una izquierda paralizada por el éxito neoliberal. Una manera incuestionada de ser en el mundo parecía ser el destino al que estábamos todos llamados. Sólo bastaba reducir al orden a los díscolos del planeta, y alcanzaríamos el cénit de la historia en el que el capitalismo del libre mercado y la democracia liberal, decían, se daban la mano para siempre jamás.

COSIFICACIÓN

Ayer Página12 publicó una nota sobre algo que advertimos en su momento. Pese a la importancia de la cuestión, no fueron muchos los medios que se hicieron eco de la información: a partir del testimonio y denuncias realizadas por un eurodiputado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la “carne” de uno de sus directivos (el director adjunto Keiji Fukuda), está siendo investigada por el Consejo de Europa en Estrasburgo por supuestas exageraciones en los diagnósticos que promovieron las compras masivas por parte de los Estados miembros de las vacunas para enfrentar la gripe A. Algo similar había ocurrido durante la supuesta pandemia de la gripe aviar. Por lo tanto, el fenómeno no es nuevo. En primer lugar, recordemos que entre las curiosas anécdotas que nos regaló la presente “pandemia”, una que resulta particularmente interesante es la que gira en torno al modo en el cual algunos medios de información corporativos atacaron violenta y repetidamente a quienes se convirtieron en porta

LA DISPUTA DE LOS HISTORIADORES

Hoy me gustaría decir algunas cosas sobre el pasado colectivo a la luz de algunas “soluciones terapéuticas” a las que estamos acostumbrados en el ámbito privado. Creo que no me equivoco si digo que cierta comprensión derivada del freudismo ha sabido imponer a nuestra cultura la idea de que el pasado debe ser “superado” y que esa superación pasa por enfrentar primero, y luego “aprender a olvidar”. En este sentido, el pasado es una suerte de fantasma, de quimera, que el analista nos ayuda a confrontar con el propósito de despotenciar. En estos días tan llenos de confusión y rabia que transita la Argentina, una parte de la ciudadanía alega argumentos análogos en relación a los juicios por crímenes de lesa humanidad que se juzgan en nuestros tribunales. El ex-presidente y ahora candidato Duhalde ha inflamado el debate aludiendo a la extensión del tiempo transcurrido como alegato a favor de una amnistía, el perdón y el olvido que la sociedad argentina se debe a sí misma como requisito ind

LA PRENSA Y LA BANCA

Nos enteramos que el presidente Obama va a tener algunos problemas (reales o dramatizados) con la banca en vista a su decisión de efectivizar parte de la regulación prometida durante su campaña. Dicen que dicen que le espera un afiebrado combate con los poderosos del sector financiero que no quieren que dichas políticas se expandan a la comunidad europea. Mientras tanto, la prensa internacional ha puesto un grito al cielo para defender el derecho a la libertad de expresión en países como Venezuela y Bolivia. Lo que se pone en entredicho es la legitimidad de los gobiernos democráticos a implementar códigos reguladores que pongan coto a ciertas prácticas informativas desestabilizadoras en manos de los poderes corporativos que ponen en jaque la soberanía popular. Puede que resulte extraños a algunos que equiparemos estas dos circunstancias. Quienes se extrañan tienen, cuanto menos, una muy breve memoria histórica. A modo de ilustración, recordemos que la primera guerra de Irak se caracter

COMO SE FABRICA INFORMACIÓN o el modelo de abracadabra de la nueva ética periodística.

Lo primero es presentarle con la noticia en cuestión. Para ello, ofrezco a continuación el título elegido por EL PAÍS de España para "describir" el suceso: MUERE UN ESTUDIANTE EN UNA MANIFESTACIÓN EN VENEZUELA Al titular le sigue el siguiente encabezado: Varias ciudades venezolanas son escenario de protestas a favor y en contra el cierre de un canal de televisión contrario al Gobierno.- Nueve policías han resultado heridos en la ciudad de Mérida Una nota similar fue publicada por el diario LA NACIÓN de la Argentina. Es muy probable que notas similares hayan sido reproducidas en la mayoría de los medios corporativos que profesan con entusiasmo su antichavismo a costa de la verdad. Mi intención en este post es pedagógica. Lo que vale para esta nota sirve también a la hora de enfrentar otras informaciones vertidas por estos u otros rotativos y empresas audiovisuales. En la foto elegida para ilustrar el triste suceso, en ambos casos (me refiero a LA NACIÓN Y EL PAÍS) aparece un

Entre la justicia y la infamia

Hace algunas horas, UNICEF denunció la desaparición de quince niños de los hospitales haitianos. Se trata, muy seguramente, de una serie de secuestros que alertan acerca de la existencia de organizaciones dedicadas al tráfico de personas en la isla. Esta denuncia indica que al horror de la catástrofe natural, sigue el horror de la evidencia del mal. Ni los terremotos, ni los huracanes son portadores del mal, como pretendió, a poco de conocerse la tragedia, un fundamentalista cristiano de los Estados Unidos, uno de esos que se rasga las vestiduras ante las tribunas en las marchas "PRO VIDA", que señaló que lo ocurrido era la consecuencia del pacto que los haitianos habían establecido con Satán en la época de su independencia. El mal sólo puede ser cometido por un sujeto humano, por el hombre, quien esta dotado de razón y libertad, y por lo tanto, cada una de sus acciones puede ser interpretada a la luz de su autonomía. Lo que quiero en este post es hacer una muy breve reflexi

EL MUNDO ES NUESTRO

Olvidemos la política por un momento y pensemos en los pajaritos que pían en el bosque, en las florcitas del campo, en los retoños que juegan abrigados con gorritos de lana con pompón y bufanda en la mañana invernal. Olvidemos las cosas que pasan en el mundo. No nos hagamos mala sangre, disfrutemos del té que viene de lejos, empaquetado por una distribuidora local, mientras relajamos nuestra mente mirando el horizonte inmaculado. Pensemos en Dios, un poquito, o en el Buda, y digamos Aûm varias veces para que penetre en nuestro corazón la paz cósmica que buscamos. Llenemos nuestro espíritu de amor. No hagamos caso de las desgracias que los periódicos acumulan en sus páginas para hacernos mala sangre. Nada de eso. Pongamos buena onda a la vida. Aûm. Nada de “bochinche” y energía negativa. Pensemos en gente linda, en gente con buena onda. No nos entretengamos irritados con los maleducados que abundan, con la gente sin clase que se pasea sin vergüenza en las orillas de nuestras ciudades. N

HAITI: Las oportunidades que ofrece el dolor ajeno.

Las imágenes son terribles. La información y los relatos que llegan desde el lugar de los hechos nos entumecen el alma y el cerebro. Resulta difícil pensar. Sin embargo, si nos dejamos arrastrar por los sentimientos, exclusivamente, y no pensamos, es posible (está siendo posible) que volvamos a presenciar lo que la historia ya nos había advertido que debíamos aprender. Recuerdo hace un par de años, cuando se publicó el libro de Naomi Klein, The Shock Doctrine, lo difícil que resultó sostener el arrebato de inteligencia y lucidez que se transmitió a través del planeta entre los lectores de la investigación llevada a cabo por la periodista canadiense. Pese a que el libro se convirtió en un éxito editorial, y muchos activistas tuvieron en sus manos una copia del texto; pese a que autores de renombre, economistas y políticos que conocen desde adentro el funcionamiento burocrático estatal y la administración corporativa, señalaron la relevancia de la interpretación de Klein, lo dicho cayó r

UNA BREVE OJEADA A LA REALIDAD

Los títulos del diario La Nación de hoy son escalofriantes. Primero que nada, lo más importante. La catástrofe en Haiti, el más pobre de los países del contintente americano, que ha sufrido un terremoto en el cual se calculan más de cien mil muertos. Habría mucho que decir al respecto, mucho acerca de lo que se puede o no puede preveer y salvaguardar en un país pauperizado, saqueado, arruinado repetidamente y atomizado desde el punto de vista social. No es la primera catastrofe que azota al país, que además ha sufrido guerras e intervenciones, golpes de estado y violencia sin límites, pese a haber sido el país más custodiado y protegido de los Estados Unidos de América, entre otras cosas, por el valor estratégico que le concede (como una maldición) su proximidad con el archienemigo de la ciudad gótica, la Cuba castrista. Pero no quiero detenerme en los títulos sobre asuntos internacionales. Permítanme que lea CON USTEDES los títulos que ya leyeron durante el desayuno. Me remitiré exclu

LOS MACHOS

Veo caer la nieve a través del ventanuco de mi estudio. La Argentina veraniega me queda muy lejos. Un encuentro familiar en la pantalla de Skype me recuerda que mientras aquí temblamos, enfundados en nuestras “cazadoras” y pasamontañas, en Argentina se cuecen los que aún permanencen en sus apartamentos citadinos o se asan bajo un sol abrazador los que tienen la fortunda de disfrutar de sus vacaciones al aire libre. Estoy releyendo un libro de Kwame Anthony Appiah sobre la ética de la identidad que compré en Buenos Aires hace tres años, en mi última visita. La discusión de fondo es antiquísima. Nos cruzamos con ella en cada instancia de nuestra existencia pública y privada. Se trata de responder a una pregunta que no sólo aqueja a los filósofos, sino a todos, en diferentes circunstancias. Se lo pregunta el hombre o la mujer cuando en el contexto de su rol laboral se ve azotado por un repentino cambio de fortuna. Se lo pregunta el hombre o la mujer cuando llega o se aleja de una cita cla

EL MEJOR ARGUMENTO, LA INCONMENSURABILIDAD Y LA VOLUNTAD POLÍTICA Breve reflexión con el fin de esquivar una guerra civil.

Introducción Me gustaría decir algo sobre: (1) la cuestión del "mejor argumento", (2) la idea de la inconmensurabilidad en lo que respecta a los imaginarios de los contendientes en un debate y, (3) las razones personales, los intereses, incluso el inconsciente en la escena política. No sé si voy a poder con todo. Lo primero es darle vueltas a la siguiente cuestión: ¿Es factible, incluso deseable, alcanzar una instancia en la cual reconocemos el mejor argumento en una disputa? La comprensión mutua Es innegable que los seres humanos se entienden, llegan a comprensiones variadas en muchos aspectos de sus vidas. No necesitamos estar de acuerdo en todo para estar de acuerdo en algo . Hay muchos puntos de discordia, pero reconocemos ciertas cosas como mejor fundamentadas que otras, y actuamos en consecuencia. El hecho de llegar a determinada posición, no siempre es producto de una función consensual en la cual establecemos estrategias de pérdidas en función de ganancias. Aho

LA POLÍTICA DEL AMOR (2)

En el post anterior ofrecí una primera aproximación a una idea que aún no ha acabado de tomar forma. La intuición, sin embargo, me hace creer que vale la pena ir profundizando en el asunto de a poco. El problema de fondo ya ha sido planteado en otras ocasiones y gira en torno a la siguiente cuestión: ¿Es posible hablar de un “Nosotros” antes de que ocurra el reconocimiento del “Tú” y del “Vosotros”, del “Él” y el “Ellos”? Con esta pregunta intentamos ir al fondo de la cuestión de la identidad, a la pregunta acerca del quién y del qué. Pero vayamos por partes. Hicimos una triple distinción. Hablamos (1) de una política del consenso; (2) hablamos de una política agonística del enfrentamiento; y (3) hablamos de una política del amor. Permítanme que dé algunos detalles respecto a esto para que podamos continuar nuestra charla con mayor profundidad. En primer lugar, no estoy diciendo que la política del amor pueda substituir absolutamente las otras dos formas de política. Creo que existen

DE LA POLÍTICA AGONÍSTICA A LA POLÍTICA DEL AMOR

Aquí amor no significa “fusión” (en todo caso, es lo contrario de la con-fusión). Aquí amor es máxima oposición. ¿Pero en qué sentido? Si lo pensamos en términos ético-religiosos (y vale la pena que lo hagamos en esos términos, y no en términos meramente politológicos), el amor es el reconocimiento absoluto del otro como un sí mismo. Por lo tanto, a fin de evitar malentendidos, decimos que la política del amor es aún más radicalmente opuesta a la política del consenso (la política liberal de la negociación), que la política agonística en la que pusimos nuestras esperanzas en esta primera década del siglo XXI. Aquí política agonística es aquella que se articula a partir de la relectura que la izquierda comunitarista ofreció de la noción schmittiana de lo político como articulación de la identidad a partir de la afirmación del enemigo. Lo que propongo es que pensemos toda esta cuestión a partir de la noción de esperanza y desesperanza que nos propuso Ricardo Foster en el artículo que he

LA RAÍZ DE TODOS NUESTROS MALES

He tenido la fortuna de vivir dos años en Bogotá, bajo esos cielos imponentes, escuchando muchos, pero muchos ladridos. En el 89, presencié el famoso "caracazo". Esos días alumbrados en el que el ejercito venezolano encomendado a un proyecto neoliberal disparó contra su propio pueblo, para acabar con la módica cifra de 3000 muertos. El diario El País de entonces fue el que dio la cifra. Creo que el corresponsal era José Comas, que después estuvo viviendo en Buenos Aires. También tuve ocasión de presenciar el Plesbiscito chileno del 88. Escuché a los opositores, pero tuve la fortuna de charlar largo y tendido con pinochetistas bien acomodados del régimen. Uno de ellos, simpático como pocos, se desvivió por convencerme que era necesario exterminar a los zurdos en el continente, y que pasara lo que pasara, nunca cambiaría nada en su país. Que el poder estaba bien consolidado. Me he pasado años en Europa, hablando con gente de las más diversas índoles. He vivido en Euskadi, y act

RECORDANDO A COLIN POWELL (2): Otra vuelta de tuerca.

A continuación ofrezco mi respuesta a un comentario realizado a la nota titulada: "Recordando a Colin Powell", que no he podido insertar en la sección correspondiente debido a su extensión. PT, Me alegra mucho que se haya animado a hacer su comentario. Creo que es una buena ocasión para intercambiar pareceres. Lamento que me haya prejuzgado. En realidad, nunca he querido otra cosa cuando me decidí a editar este blog que crear ocasiones para debatir estos asuntos. Por lo tanto, permítame que le dé alguna respuesta a lo que me plantea. Para empezar, recordarle que los últimos artículos que he editado son respuestas a dos colaboraciones que han sido publicadas en el diario El País de España, y una de ella reeditada en el diario La Nación recientemente. Por lo tanto, de lo que se habla en estos artículos no puede entenderse plenamente si uno desconoce el objeto de los mismos, que es reflexionar sobre los trasfondos inarticulados de estos y otros autores que suelen escribir en la