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PARA UNA FUNDAMENTACIÓN DE FUTURAS POLÍTICAS MEDIOAMBIENTALES

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La problemática ecológica o medioambiental debe comenzar definiéndose a partir de los análisis que giran en torno a la aprehensión que los sujetos tienen respecto de sí mismos, de otras especies animales y el entorno físico. Esta aprehensión podría caracterizarse como una suerte de reduccionismo en el cual las entidades son interpretadas discretamente y de manera atomizada. De esta aproximación perceptiva que fomenta un trato exclusivamente instrumental de las entidades, se sigue una actitud afectiva que puede traducirse en términos de “desprecio moral”. De este modo, sería conveniente trabajar sobre la cuestión medioambiental enfatizando que la misma no hace referencia a un anexo en el contexto de las luchas por el reconocimiento, sino que es uno de los aspectos centrales que debe abordarse junto al resto de las preocupaciones que movilizan a las fuerzas político-sociales que dan sustento al presente modelo. Si pensamos en las políticas de promoción de ampliación de der

LA SOCIEDAD ARGENTINA FRENTE AL CASO ALFANO

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En esta entrada voy a referirme sólo tangencialmente al caso Alfano. Lo que quiero, en cambio, es utilizar lo ocurrido esta semana en los programas de chimentos para pensar algunas cuestiones que ya se anunciaban en este blog en entradas anteriores y están relacionadas con la normalización de ciertos horizontes morales que hasta hace muy poco continuaban encontrándose en disputa. Me refiero a la cuestión de los derechos humanos en relación con la dictadura cívico-militar. A esta altura del partido hay mucha gente que está obligada a hacer un mea culpa asumiendo el prolongado silenciamiento en el cual incurrió por los motivos que sean. No se trata de hacerlo públicamente, a modo de un gran lamento mediático nacional, pero resulta imprescindible para la salud individual y colectiva que se lleve hasta el final ese proceso de sinceramiento. Hasta ahora, la memoria y el enjuiciamiento de los implicados directos han sido promovidos sólo por algunos sectores de la sociedad, los cua

LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO

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Cristina ganó con más de 50% de los votos. Algunos exaltados, renunciando al espíritu del sistema político que nos rige, retrucan: “eso quiere decir que hay un 50% de ciudadanos que no la quieren”. Ahora ni siquiera la mayoría absoluta les es suficiente para reconocer la legitimidad a su gobierno, se le exige una unanimidad que ni siquiera el creador logró entre sus ángeles. Como ha señalado la socióloga de Carta Abierta María Pía López, el Kirchnerismo es un gobierno reformista cuya base militante por momentos adopta un vocabulario “revolucionario” que resulta problemático, pues lo hace blanco fácil de la acusación de “impostura”. El llamar “reformista” a los gobiernos de Néstor y Cristina no es poco. En una época de renovado conservadurismo y políticas sociales regresivas en el mundo entero, apostar por el reformismo social es toda una proeza de autonomía política e ideológica. Nosotros mismos hablamos en una entrada anterior de una Ekklesia kirchnerista. No lo hic

UNIDAD NACIONAL Y CONDUCCIÓN

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En un artículo publicado hoy en Página 12, el actual Ministro de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Esteban Bullrich, dice, de manera fecunda, que hay que dejar de lado las prácticas inútiles de la “chicana” y ponerse a trabajar conjuntamente, reconociendo (como ya había hecho el ministro en ocasiones anteriores) las muchas cosas buenas que han hecho los gobiernos, primero de Néstor Kirchner, y de Cristina Fernández, después. Lo interesante de la nota en cuestión es que el funcionario PRO se distanció de las efusivas muestras de simpatía de Federico Pinedo y otros pesos pesados del partido, quienes en estas últimas horas, pese a la consigna de hacer mutis en vistas del 2015, sorprendieron a propios y ajenos apoyando tácitamente al ex presidente Duhalde, quien se despachó sin filtro llamando a la rebelión de los justos y echó un grito al cielo denunciando “¡fraude!”. Mientras tanto, el resto de representantes políticos condenó la retórica cuasigolpista del ex pr

"¿ES SÓLO LA ECONOMÍA, ESTÚPIDO?"

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La pregunta del día es la siguiente: ¿Por qué razón la gente votó lo que votó? En algunos círculos se ha impuesto una respuesta contundente: “Es la economía, estúpido”. Mi objeción es la siguiente. Quienes formulan semejante afirmación de manera absolutista son los mismos que instalaron en su momento un diagnóstico catastrofista de la realidad nacional, quienes auguraron descalabros económicos, financieros, sociales e institucionales de todo tipo. ¿Por qué razón deberíamos sujetarnos a una lectura tan sesgada como la que ellos proponen? La acción gubernamental ha transitado muchos caminos. No menor es el impulso transformador de la cultura de la emancipación y un vuelco en los procesos de construcción identitarios que han devuelto a los argentinos un lugar en el mundo. Esto último lo ilustra la presidenta en sus viajes al exterior, donde se desenvuelve con seguridad, prodigando con resolución sus convicciones, respaldadas por la realidad empírica de nuestro trajinar cotidiano.

LA CIUDAD, LA NACIÓN Y EL CUENTO

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La ciudad de Buenos Aires tiene que ser gobernada. No hay vuelta. Hay que elegir a uno de los candidatos. Entre los que encabezan las encuestas, Mauricio Macri, Daniel Filmus y Pino Solanas, está el tema. Por lo tanto, hay que prestar atención y estudiar lo que tenemos delante. Mauricio Macri es lo que es. No se puede pedir mucho más. Los cuatro años de mandato son su testimonio. Ninguna de sus promesas vale lo que muestra su gestión. Apostó a sí mismo y perdió. La invisibilización de sus desaciertos no los hacen menos reales. Ahora intenta resguardar un distrito. Creyó que Buenos Aires era una plataforma para su ascenso en la carrera presidencial, descuidando lo verdaderamente importante, aquello para lo que se le había elegido. Hay signos elocuentes en su mandato que dejan patente ese afán de protagonismo y falta de responsabilidad. La renuncia de Gabriela Michetti no fue un dato menor. La vicejefa se fue para convertirse en legisladora con el sólo fin de allanar el camino del presi

BUDISMO, FILOSOFÍA Y POLÍTICA (3): ¿La religión después de la religión?

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En este capítulo vamos a abordar dos cuestiones. En primer lugar, como prometimos en el capítulo anterior, vamos a dirigir nuestra atención a los caminos que llevaron al surgimiento de la sociedad moderna occidental. Lo haremos muy sucintamente, enunciando dos esferas de investigación que Charles Taylor ha bosquejado en el capítulo final de A Secular Age. En segundo lugar, y en línea de continuidad con la aproximación de Taylor respecto a las condiciones de la creencia en la era secular, voy a permitirme traer a colación las conclusiones que Marcel Gauchet ofreció en Le désenchantement du mond acerca de lo que él llama “la religión después de la religión”. Comencemos, por lo tanto, con la cuestión planteada por Taylor: ¿Cómo explicamos el surgimiento de la era secular? Aquí, Taylor nos invita a realizar una doble aproximación. Por un lado, nos dice, es necesario estudiar las transformaciones filosóficas que se produjeron después de la muerte de Tomás de Aquino. De acuerdo con esta vers