Entradas

ALEMANIA, LOS MERCADOS Y LA ARROGANCIA DE LA DESMEMORIA

Imagen
Hace unos días, el secretario de Estado español para la Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo, pidió solidaridad a Alemania para enfrentar la crisis del euro y recordó los beneficios que ese país tuvo tras la II Guerra Mundial gracias al Plan Marshall. Mucho se habló en su momento del  llamado “milagro alemán”. Sin embargo, es necesario hacer historia. La geopolítica de la guerra fría exigía una Alemania poderosa que sirviera como tapón ante el avance incontenible del comunismo ruso. La mega-inversión de Estados Unidos para recuperar a Alemania de la catástrofe de la guerra y el hundimiento político y moral que significó el nazismo fue el verdadero artífice de la viabilidad de la Alemania de hoy, además del consentido olvido que sufragó la posguerra para que la sociedad alemana se desentendiera de la responsabilidad que le cupo en el más espantoso crimen colectivo de la historia contemporánea. La crisis financiera es, en primer lugar, una crisis humana. Decenas de millones de vi

LOS DESARMES

Imagen
En entradas anteriores constatamos que la violencia delincuencial que sostiene el llamado estado de “inseguridad” que define nuestro ánimo socio-cultural, se encuentra estrechamente relacionado con ciertas prácticas de exclusión ideadas, en principio, para la superación del miedo. Evidentemente, vivimos en sociedades medrosas. Pero dicha medrosidad no tiene una causa exclusivamente coyuntural. Es necesario recordar que el miedo es un estado afectivo constitutivo de la existencialidad humana. No voy a elaborar una fenomenología del miedo. Me remito a los capítulos de Ser y Tiempo en los cuales Heidegger rastreó estas cuestiones y las expuso a nuestra consideración. Lo que quiero, en cambio, es mostrar de qué modo el miedo, al ser un constitutivo existencial del ser humano, se exacerba cuando se asume una versión hiperindividualista (y, por ende, distorsionada) de nuestra condición. En segundo término, quiero referirme a la temporalidad, y con ello al carácter impermanente o trans

PAUL KRUGMAN EN BUENOS AIRES

Imagen
 Hace un par de días terminé con la lectura del último libro del economista y premio Nobel Paul Krugman.  Lleva como título ¡Acabemos ya con esta crisis! y hay que leerlo con la vista puesta en los últimos datos que nos llegan de España, por ejemplo, y la sumisa política que ejecuta su gobierno ante el autoritarismo de los “mercados” y sus representantes institucionales. Krugman apunta de manera rotunda contra los ortodoxos, a quienes el establishment mima, bien por su obsecuencia y recaudo oportunista, o por su obstinada fe en un modelo caduco. El "neoliberalismo" ha dado muestras de estar fundado en una cosmovisión reduccionista de la actividad económica. Su terminología cientificista ya no deja perpleja a la gente de a pie. Todo lo contrario. Debido a la obstinada negación de la realidad de los antiguos gurúes, la gente hace bien en sospechar que detrás del fanatismo y la petulancia de estos personajes almidonados que ya no cuadran con la experiencia de la é

HORACIO GONZÁLEZ: ¿QUÉ SIGNIFICA PENSAR (EN POLÍTICA)?

Imagen
En el programa 6-7-8 de ayer, el sociólogo y actual director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, participó de un debate en el cual salieron a la luz algunas cuestiones que nos interesan. Efectivamente, como enunciaba González, de un tiempo a esta parte viene evidenciándose una suerte de agotamiento en el arsenal discursivo entre los defensores del actual modelo. Este agotamiento, nos dice González, es producto de una inercia en la confrontación como trampolín para la construcción de identidad. De esa confrontación con sus otros más significativos en cada etapa de su despliegue y desarrollo fueron surgiendo diferentes kirchnerismos. En su ADN, esta "anomalía" (Forster) que nació en el 2003 de la mano de Néstor Kirchner, tiene entre sus caracteres la agudeza ante la contingencia radical, lo cual le ha permitido, pese a las permanencias incuestionables de algunas de sus apuestas, y la explícita anunciación por parte de sus líderes de su empeño en los ideales

LA FICCIÓN DE CARRIÓ Y LA LEY DEL KARMA

Imagen
En un programa televisivo de la cadena TN, la legisladora opositora Elisa Carrió fue entrevistada por el periodista Santos Biasati. A la pregunta del entrevistador acerca de la situación que transita el país, la política respondió refiriéndose a la Argentina como un “país kármico” y con escasos conocimientos pretendió apropiarse del sentido budista del término para explicar algunos de los problemas que aquejan a la patria. El cronista apuntó de manera apurada los términos de la intervención y propone en esta nota una interpretación alternativa.  De acuerdo con la Dra. Carrió, los budistas explican el karma como la ley de “causa y efecto”. Según esto, nos dice, es posible concluir que todos los males argentinos (verdaderos e imaginados) son el fruto de la corruptela del actual gobierno. Con aires de suficiencia nos informa que 1 + 1 es 2 y que ella ha venido a traernos la buena nueva. No hay porque inquietarse, nos comunica de manera socarrona. Tenemos entre nosotros a alguien

LOS INDIGNADOS DE BARRIO NORTE Y LAS CACEROLAS DE PANDO

Imagen
Hace unos días empezaron otra vez las marchas “contra la dictadura K” en los barrios más coquetos de Buenos Aires, intentando reeditar las jornadas campestres del 2008. No es casual que las cacerolas de estos días coincidan con los insólitos reclamos del sector agropecuario por la reevaluación fiscal de sus tierras en la provincia de Buenos Aires. De todos modos, la gota que colmó el vaso, según nos dicen, es la preocupación que produce en los acomodados manifestantes la incertidumbre de la política cambiaria oficial, junto con las consecuencias que la especulación trae aparejada en ciertos rubros de la economía. En las redes sociales hay llamamientos continuados a sumar presencia y cacerola en los próximos días. Sin embargo, harían bien quiénes se vean impelidos a participar en los actos, a prestar oídos a las voces que se empachan con rabia en estas convocatorias. No sea el caso, como en otras ocasiones, que nuestra impensada firma en un acontecimiento acabe propiciando por

YPF: VUELTA DE PÁGINA

Imagen
(1) Como era de esperar, la decisión de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner de renacionalizar YPF trajo consigo de todo. Lo más importante, los debates y encendidos festejos que congregaron a la ciudadanía. Pero además, la posibilidad de constatar la argumentación que sostiene la perspectiva de nuestros contrincantes en la disputa por el sentido.  Tres asuntos llaman la atención del cronista y lo acicatean a volver a las lides. Lo primero, recordar la cuestión material, es decir, la experiencia que justifica con creces la intervención estatal en el asunto que nos incumbe. En segundo término, la cuestión formal, la tan mentada “seguridad jurídica” que (se dice) vuelve a ser vapuleada por el gobierno en ejercicio. Finalmente, la cuestión de la factibilidad. Es decir, por qué ahora y no antes, que es uno de los argumentos predilectos utilizado por los más recalcitrantes, pero también por quienes acompañaron en general la iniciativa, sumándose con recaudos, pero con firmeza

GRECIA: ¿"SYMTHOME" O ANOMALÍA?

Imagen
Dejemos la disputa en torno a la descripción de los hechos a los profesionales del asunto. Concentrémonos en lo que creemos es el aspecto determinante de los sucesos. Para ello, comencemos con una breve ilustración que puede clarificar nuestra perspectiva. Si llegamos a un pequeño pueblo en una mañana de luto en la cual sus habitantes acompañan a los familiares y amigos de un difunto al camposanto, la falsa impresión que la imagen transmite es que el difunto es una suerte de anomalía en el curso cotidiano de los hechos. Los propios protagonistas se enfrentan al cadáver de ese modo, reverenciándolo como a un rey. Sin embargo, una breve reflexión sobre el suceso pone de manifiesto la universalidad que oculta la falsa excepcionalidad. Todos y cada uno de los partícipes del acto funerario ocuparán en su momento el lugar privilegiado del muerto actual. La distorsión epistemológica oculta la verdad de nuestra finitud al convertir en extraordinario un suceso que forma parte constitutiva de n

LAS DOS VERDADES DEL CAPITALISMO

Imagen
En la entrada anterior planteamos la necesidad de rearticular el ideario izquierdista con el propósito de aventurar un desafío ideológico a la actual hegemonía capitalista que, con diversos matices, reina a sus anchas en el sistema-mundo. En este artículo vamos a llamar la atención sobre los descalabros argumentales a los que son propensos algunos actores, fundamentalmente, debido a una confusión categorial. Para ello podemos remitirnos a dos distinciones. Una de ellas (ambiguamente platónica pese a todo) es aquella que el heideggerianismo enalteció durante las última décadas en torno a la diferencia ontológica. La segunda, análoga, pero esta vez de raíz budista, enfrenta dos categorías de verdad: (1) la verdad última referida al estatuto absoluto de los entes en cuanto tales, en el que se deconstruye la aparente esencialidad de los entes, a través de un análisis genético, estructural y conceptual que conduce a una noción de radical relatividad, correlativa con la siguiente conclusión:

CAPITALISMO: Entre la resignación y la utopía.

Imagen
En esta entrada continúo explorando la cuestión de la exclusión. Esta vez desde una perspectiva analítica diferente. Comienzo con una experiencia muy personal. Las circunstancias: un regreso a la Capital Federal a través de la autopista Illia. La visión: la villa miseria conocida como “la 31”. Dos lecturas contrapuestas: para una de ellas, la que pretendo desplegar en las líneas que siguen a continuación, se necesita un vuelco de la conciencia, una suerte de conversión. De pronto, la Villa 31 deja de ser producto de las ineficiencias gubernamentales (erradas políticas públicas o corrupción) y se convierte en “signo” de la verdadera “constitución” del sistema: las villas del conurbano, como las favelas de Río o los slums de Mumbai son el capitalismo. Esta conversión categorial viene acompañada de una mutación epistemológica, análoga a la que ocurre con la enfermedad cuando la pensamos a la luz de nuestra finitud constitutiva. Visto de este modo, la enfermedad no es un accidente, sino

LA ALAMBRADA

Imagen
Hace unos meses, unos amigos nos invitaron a su casa donde ofrecían una fiesta con motivo de su aniversario. El lugar al que fuimos convidados está ubicado a cuarenta minutos de la capital, en un de los llamados “barrios privados” o “barrios cerrados” que han sido construidos en los últimos años, fruto del “terror” que produce la “inseguridad” entre las capas medias de la población que han logrado acceder a los privilegios de la modernización y la pujanza de los últimos años. Como ocurre en muchos casos, la fastuosidad interior de estos barrios linda con la más brutal indigencia. Hasta el punto que los kilómetros finales de la carretera pública que sucesivamente nos acerca a los portales de seguridad de los emprendimientos habitacionales acomodados de la zona están flanqueados por altas alambradas que impiden a los “villeros” (los habitantes de las llamadas “villas-miseria”) acceder a la carretera, ofreciéndoles de este modo a los propietarios privilegiados que deben transitar por esos

LA VIRTUD DEL PENSAMIENTO

Imagen
Quiero volver a unas líneas escritas hace unas semanas e incluidas en una entrada del blog. Lo que quiero es volver a aproximarme a esas líneas para sacarles punta. Entonces me preguntaba: ¿A qué debemos atender para que nuestro pensamiento no sea presa de la frivolidad acechante que nos rodea? La respuesta, aunque obvia, merece articularse más plenamente: el objeto primario del pensamiento, decíamos, debe ser el sufrimiento. Pero el término “sufrimiento” debe entenderse de manera adecuada, porque una comprensión limitada, estrecha, del mismo, no resultará convincente. Por esa razón voy a acudir a un fragmento de sabiduría budista que nos permita alumbrar la cuestión. Entre las muchas clasificaciones y distinciones en las doctrinas budistas sobre el sufrimiento, atenderemos a aquella a la que los textos se refieren con el humilde título de “los tres tipos (o clases) de sufrimiento.” Veamos: con el primer tipo de sufrimiento, que se conoce como “sufrimiento del sufrimiento”, los budista

LA SABIDURÍA SECRETA

Imagen
Nuestra pertenencia a un lugar determinado, a una tierra, a una nación, es un producto cultural. Quienes se adhieren firmemente a estas imaginaciones sociales pretenden, consciente o inconscientemente, naturalizar su pertenencia. Sin embargo, la elección de una ruptura, la discontinuación de dicha pertenencia, no implica en modo alguno la desnaturalización del individuo en cuestión. Los seres humanos pueden, y en algunos casos están compelidos, a romper con sus lazos familiares, sociales y nacionales, con el fin de su preservación. En esta entrada voy a referirme, superficialmente, a esta cuestión. Voy a hacerlo sin eludir el desafío que ello implica personalmente, ni los conflictos identitarios que ello suscita. En buena medida, lo que pretendo es ofrecer algunos apuntes que me ayuden en un posible futuro a desarrollar una fenomenología del desarraigo y la marginación. Quién puede dudar que el “exilio”, el “destierro”, la expulsión del individuo de la Polis, y el temor a ser expuesto