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LO QUE NOS UNE ES LO QUE NOS SEPARA. Respuesta a una carta abierta a Mauricio Macri

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La carta abierta apareció primero en las redes sociales. Sin ninguna mala intención por nuestra parte, la copiamos y las subimos a nuestro blog. En la primera versión de este post aparecía el texto, con el nombre y apellido de su autor y el texto que sigue a continuación. A los pocos minutos, el autor de la carta abierta nos pidió amablemente que la removiéramos, y así lo hicimos. Lamentamos sinceramente los inconvenientes que pudiera haberle causado. De todas maneras, habiéndose la carta publicado anteriormente en las redes sociales, con su firma y en un espacio pensado justamente para que pudiera ser replicado y respondido, no consideramos en modo alguno que nuestra publicación pueda reprocharse éticamente. Los contenidos volcados públicamente en las redes sociales vienen acompañados con el asentimiento implícito de su reproducción. A continuación publico exclusivamente mi respuesta. Vuelvo a reiterar que lamento el malentendido con el autor de la carta.

EL PODER Y LA GLORIA. Sobre los atributos y la legitimidad política.

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Las transiciones ponen de manifiesto la debilidad de la legitimidad política de las democracias seculares modernas. Sin un Dios o algún otro fundamento, como la ley inmemorial o la constitución en un tiempo original, la legitimidad de los números es esquiva y la gobernabilidad la principal preocupación de las autoridades electas. En este sentido, sólo me referiré tangencialmente a la telenovela de los últimos días en torno a los atributos presidenciales. Lo que me interesa, en todo caso, es explorar el tema del carisma que tanta gravitación tiene en nuestra geografía política, no sólo entre los populistas progresistas, sino también entre los candidatos de la nueva derecha, conservadora y liberal, como el mismo Mauricio Macri, quien ha sido sobre-caracterizado por uno de sus periodistas afines como una suerte de “Mandela argentino” (más allá del ridículo que supone semejante descripción) al tiempo que se lo define como una suerte de "restaurador" de un orden inst

LA DESDIBUJADA OROGRAFÍA DE LA GRIETA

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Deberíamos preguntarnos: ¿a qué se debe este enorme malentendido entre nosotros, esta grieta profunda que atraviesa toda la historia de nuestro país? Sólo la miopía histórica o el cinismo puede hacer creer a alguien que la última versión de esta pugna protagonizada por el Kirchnerismo es el origen de esta “eterna” disputa identitaria. Por supuesto, podemos seguir echándonos los trastos a la cabeza los unos a los otros. Y es probable que eso sea lo que tengamos que seguir haciendo durante mucho tiempo. Primero, porque la pugna entre nosotros es asimétrica. Ha habido anomalías, por supuesto, pero poniendo en la balanza las décadas y los siglos, la violencia de los poderosos (la violencia de las armas, pero también de las palabras cautivas) ha sido la gran triunfadora de la mayoría de las batallas. Y la prueba de ello es la desigualdad, crónica, brutal: la verdadera grieta que caracteriza a nuestra sociedad. En segundo término, porque la política, mal que nos pese, i

MÁS ALLÁ DE ÍTACA. Apuntes del día después.

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Emir Sader publicaba ayer un artículo titulado: "Te estamos mirando, Argentina", advirtiendo lo que implicaría una derrota del FpV a nivel regional y mundial. Todo esto en el marco del reconocimiento de un momento de crisis del pensamiento crítico latinoamericano, después de un período de resistencias extremas del kirchnerismo y el resto de gobiernos que hemos dado en llamar "progresistas". Resistencias corajudas a la embestida populista del neoconservadurismo emergente que ha sabido cobijar todas las broncas, todos los reclamos, todos los anhelos insatisfechos. Sin embargo, seamos sinceros: el kirchnerismo, y lo que ha parido, es auténticamente una "anomalía" (como decía Ricardo Forster). El milagro son los doce años de rotundos éxitos y sonados y valerosos fracasos de su historia, además de la fortaleza y el empeño de una parte nada despreciable de la sociedad que se mantiene alerta ante los peligros que la acechan, desde adentro y desde afuera.

PODEMOS

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Uno podría pensar que en la era de la globalización no es preciso desplazarse físicamente para entender lo que ocurre en un país. Bastaría con abrir el ordenador y merodear por las páginas de noticias para comprender lo que anda pasando en el mundo. Las cosas, sin embargo, no son tan sencillas. El blindaje periodístico es escandaloso. Los de aquí y los de allá atenazan la conciencia de los ciudadanos, descontextualizando sus circunstancias, recortando el presente de toda su historia con una estrategia esmerada de desinformación. De regreso en Europa, después de cuatro largos y jugosos años en Argentina, aprendiendo de la movilización social, la militancia política, y vacunado ante el desparpajo de la “prensa libre” que el capital blande como una de sus armas más mortíferas, resulta difícil no hacer comparaciones. Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero también que son inevitables. No entraré en los detalles por todos más o menos conocidos. La situación económica, social y