LA PATRIA UTÓPICA
Evidentemente, seguiremos pensando acerca del legado de la Revolución cubana. Ahora estamos de luto. Ha muerto el Comandante Fidel Castro, y las reflexiones tienen necesariamente un tono conmemorativo. Sin embargo, no puedo dejar de aprovechar este momento en el cual mucha gente, a lo largo y ancho del planeta, habla de Fidel, vuelve a pensar en la Revolución cubana, y tiene ocasión de escuchar otra vez acerca de la hazaña incontestable que supuso aquella empresa aparentemente inconcebible que consistió en liberar a Cuba de la opresión de un régimen corrupto al servicio del imperialismo. Y aún más inconcebible fue el haber logrado que ese gesto mesiánico se convirtiera en un proyecto político, social y económico que aguantara el embate brutal de la nación más poderosa del planeta, dotada de las fuerzas militares más destructivas y el aparato de inteligencia más sofisticado, además de un entramado institucional y corporativo que, en el resto del continente latinoamericano, hizo