UN MACRISTA EN BARCELONA
El otro día conocí una pareja de argentinos en Barcelona, en una cafetería en Enric Granados. Cuando escucharon mi acento argentino iniciaron una conversación. Yo estaba sentado con mi mujer en una mesa próxima a la de ellos. Me contaron que su hija había decidido estudiar en Barcelona, y ellos estaban en la ciudad, entre otras cosas, para preparar su estadía. Me hablaron largo rato acerca de las ventajas de Barcelona, una ciudad maravillosa. Pronto estuvieron comparándola con Buenos Aires y Argentina en general. Contrastando la seguridad y la inseguridad de una sociedad y otra, de la gente civilizada y los bárbaros de nuestro país. Argentina, me dijeron, se ha vuelto insufrible. Imaginé cuales podían ser sus simpatías políticas, pero no quise adelantarme. Los escuché. Según el hombre, la desgracia argentina había sido el kirchnerismo. Pero Macri (decía) había salvado al país de convertirse en Venezuela o en Cuba. (Según él) ahora teníamos la oportunidad de acabar para siempre con el