Entradas

DEMOCRACIA O NEOLIBERALISMO

Como señala Wolfgang Streeck, la democracia se caracteriza por ser un tipo de régimen que, “en nombre de los ciudadanos, utiliza la autoridad pública para modificar la distribución de los bienes que resultan de las fuerzas de mercado”. En contraposición a la democracia, los gobiernos plutocráticos que asumen los mandatos y principios neoliberales son aquellos que suprimen las demandas de la sociedad, especialmente aquellas demandas que provienen de los trabajadores sindicalizados y otros actores sociales. El Estado que los gobiernos neoliberales aspiran a construir es un Estado fuerte, pero orientado a torcer la voluntad popular. Como señala Streeck, "e l mercado puede volverse inmune a los correctivos democráticos a través de una reeducación neoliberal de los ciudadanos o a través de la eliminación de la democracia". En el primer caso, de lo que se trata es de adoctrinar al público sobre la teoría económica estándar que promueve el gobierno. Un ejercito de fundamentalistas

¿ARGENTINA FUE? ¿HABRÁ QUE INVENTAR OTRA PATRIA?

En esta nota quiero decir algo negativo. Escucho muchas veces que los entrevistadores televisivos demandan a sus interlocutores buenas noticias. Especialmente cuando es evidente que las malas noticias se multiplican, como ocurre actualmente en la Argentina. El listado de desaguisados perpetrados por el actual gobierno, y el cúmulo de engaños cotidianos que se despliegan para tapar la “catástrofe” socio-económica y política que vive el país, es aparentemente interminable. En ese contexto, se ha convertido en un latiguillo pedir alguna buena noticia. ¿Qué podemos hacer en estas circunstancias? En esa encrucijada, el entrevistado se ve compelido a dar alguna señal de aliento, alguna expresión esperanzadora. ¿Pero qué pasaría si reconocemos abiertamente que “estamos en el horno”? Eso no significa necesariamente adoptar una posición fatalista.  Desde mi perspectiva, lo que nos está ocurriendo (lo que hemos manufacturado cultural y electoralmente) nos condena a un fracaso estrepit

LUCHA SOCIAL O RESILIENCIA COOL

Wolfgang Streeck era hasta hace un par de años un académico desconocido en el mundo, cuyos artículos eran referencia exclusiva de expertos e investigadores radicales. La crisis de 2008, como ocurrió con otros destacados investigadores de las ciencias sociales, lo llevó a la fama. Sus ideas comenzaron a circular en las redes, y sus textos se tradujeron a varios idiomas. En castellano contamos con las traducciones de Editorial Katz y Traficantes de sueño de sus dos publicaciones más recientes: Comprando tiempo y ¿Cómo termina el capitalismo? Ensayos de un sistema en decadencia . Dos lecturas imprescindibles para contextualizar las agonizantes experiencias que vive la sociedad argentina desde la asunción de Mauricio Macri. En esta nota quiero hacer referencia a una categorización de Streeck que resulta especialmente relevante para entender la alternativa cultural que nos ofrece Cambiemos como antídoto frente al desbarajuste estructural que su equipo de comunicación naturaliza,

DOS PUEBLOS: CIUDADANÍA Y COMUNIDAD DE MERCADO

“Tenemos un problema comunicacional” – insisten algunas figuras mediáticas del gobierno cada vez que se les pregunta qué se hizo mal. El periodismo militante asiente cada vez más incómodo ante la aseveración de los referentes políticos que se excusan. Pero todos saben que ya no alcanza con la crítica formal. Lo que está en cuestión es el fondo de la cuestión. El presidente parece confirmar la excusa de sus “ineficaces comunicadores”. En una muestra más de arrogancia política, se pone abiertamente contento cuando un cómico manifiesta de manera chabacana “su más genuino pensamiento” (lo que el presidente piensa verdaderamente de una parte de la ciudadanía) y participa del abuso enviándole un guiño a través de las redes sociales (el flan) que, acto seguido, produce la enervación de una parte de la ciudadanía que se siente justamente indignada ante el mamarracho mediático, mientras quienes se encuentran del otro lado del espejo de la grieta festejan orgásmicamente la patoteada. 

LA IMAGINACIÓN POLÍTICA. DISTOPÍA MACRISTA VS. UTOPÍA POPULAR

El problema central de la política argentina en este momento es que el debate gira de manera desencaminada y casi exclusivamente alrededor de cuatro cuestiones:  1. El carácter regresivo del modelo distributivo (los pobres hacen más ricos a los hiper-ricos).  2. El carácter represivo del modelo institucional (lo cual incluye, no solo la represión de la protesta social, sino también la persecución de los opositores políticos y el escarnio jurídico-mediático).  3. La corrupción sistémica que afecta al entramado funcionarial de Cambiemos, con vinculaciones con los intereses corporativos que suponen mucho más que meros “conflictos de intereses”.  4. El exponencial reendeudamiento del Estado argentino, acompañado de una masiva fuga de capitales, el exorbitante déficit fiscal y el preocupante desequilibrio de la balanza comercial. Estos cuatro temas, que a la opinión pública aparecen como los más importantes de la agenda de discusión, son en realidad exclusivamente

SOBRE ESCLAVOS Y REBELIONES

Bryant S. Turner cita en Vulnerability and Human Rights (1) el estudio de Kevin Bales sobre la esclavitud económica en India, un tipo de esclavitud – nos dice Bales – que es fruto del endeudamiento de los individuos en relación con sus prestamistas.  De acuerdo con Bales, al abordar fenómenos de estas características tenemos que tener en cuenta que las éticas que subyacen a las dos partes en pugna (el prestamista y el deudor esclavizado) no son coincidentes. Las creencias de los propietarios no son las mismas que las creencias de los esclavos. Lo que Bales demuestra con su investigación empírica y lo que se pone de manifiesto en los testimonios de los involucrados es que los propietarios de estas personas no ven necesariamente como negativa la esclavización de otros individuos. Todo lo contrario, el propietario cree que la pérdida de derechos por parte del individuo esclavizado es el resultado del precio que desembolsó para apoyar al devenido esclavo en la tarea de su subsisten

LA MENTIRA COMO ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA

Mauricio Macri encarna un nuevo tipo de política: una política que tiene como eje de implementación la mentira concertada. Con esto no me refiero a mentiras ocasionales. Cuantitativamente el gobierno de Macri es más mentiroso que cualquiera de los gobiernos que le precedieron. Tal vez el de Menem se le acerca un poco, quizá porque su programa económico - semejante al programa actual - necesitaba igualmente de las mentiras oficiales para poder implementarse. Pero sería un error creer que Macri y su equipo ha llevado la mentira y el cinismo al lugar destacado que ocupa simplemente por falta de integridad moral. Eso también, pero no es lo importante. Más allá del vicio, lo que importa es que se trata de una estrategia concertada: la construcción cultural del macrismo está basada en el falseamiento radical de la realidad.  No se trata simplemente del coaching, de la asesoría de imagen, de la habilidad publicitaria de sus asesores, del ingenio de sus comunicadores abiertament