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¿QUÉ HACER?

  Una entrevista con el filósofo Juan Manuel Cincunegui, autor de «Miseria planificada: Derechos humanos y neoliberalismo» (Dado Ediciones, 2019) Por Josu Azcona Latasa El colapso de la globalización neoliberal ha dado paso a una nueva era de fragmentación y competencia imperial. En este mundo «posglobal», las antiguas categorías del pensamiento político y filosófico resultan insuficientes para captar la magnitud del cambio. Los derechos humanos, concebidos como un lenguaje universal de emancipación, han perdido su poder movilizador, cooptados por las estructuras de poder y transformados en instrumentos de gobernanza más que de resistencia. Mientras tanto, el pensamiento político contemporáneo parece atrapado entre dos extremos: un relativismo paralizante que disuelve cualquier horizonte normativo y un cientificismo determinista que reduce la agencia humana a meros mecanismos biopolíticos. Este escenario ha allanado el camino para un conservadurismo reaccionario, que canaliza el ma...

OBVIAMENTE...

Al amigo Fabián Girolet «Se emancipa el hijo para ser como su padre, para llegar a ser lo que ya era ; Se libera el esclavo, para estar en un nuevo mundo en el que nunca estuvo». Enrique Dussel … Europa y los Estados Unidos no representan el bien. Tampoco Rusia y China representan el mal.  Israel no es una democracia. Los palestinos no son terroristas.  Irán no pertenece al «eje del mal» —como pretendía George W. Bush— sencillamente porque el «eje del mal» no existe. Llamamos a esta expresión «propaganda», y discutimos el problema en otros términos. El capitalismo no es el mejor sistema económico que ha existido y existirá por siempre jamás.  El feminismo no es un complot inmoral. Los inmigrantes que llegan en patera no nos están invadiendo. El peronismo no es el responsable de la decadencia argentina, ni Cuba es un régimen asesino que merezca un aislamiento internacional (después de todo, Arabia Saudita es una dictadura y sus líderes caminan sobre alfombras rojas; y...

LA ESCALA Y EL FONDO

Esta entrada se escribe a partir de un mensaje casual del amigo Del Percio en WhatsApp. La distinción del pensador argentino es conocida, pero en su formulación digital produjo resonancias inesperadas. Por un lado, nos decía, tenemos el optimismo y el pesimismo. Por el otro, la esperanza.  La escala se extiende en un espectro que va desde la banalidad y la euforia que produce el poder y la gloria en un extremo, hasta la desesperación suicida o asesina en el otro —desesperación marcada por el sinsentido, el fracaso o el sometimiento. De este modo, uno puede ser optimista o pesimista circunstancialmente.  No obstante, hay que tener en cuenta también que hay caracteres marcados por tonalidades afectivas que los inclinan existencialmente a encarnarse en uno u otro tipo. O para decirlo de otro modo —con el lenguaje reduccionista de la genética— hay quienes cargan en su ADN un desequilibrado porcentaje de genes que los orientan hacia uno u otro extremo.  Aun así, es indudable ...

EL FIN DE UNA ILUSIÓN

Argentina definió sus precandidatos para las elecciones que se celebrarán este año. La primera impresión es que la derecha  y el peronismo «progresista» han llegado a un acuerdo tácito, impronunciable. Se discutirá de todo, menos de lo más importante.  El establishment político avanza hacia un consenso que recuerda el de los años noventa sobre las privatizaciones. Esta vez, lo que se entregarán son recursos clave como el litio, y con ello soberanía política, justicia social e independencia económica.  El modelo que viene es decididamente extractivista. La política, de ajuste profundo. La deuda, una vez más, servirá para arrodillar a las clases populares.  En este contexto, la izquierda parece la opción más decente, aunque se la acuse de trasnochada. La derecha institucional promovió a Milei para correr la discusión al extremo y presentar como aceptable su beligerancia frente a las monstruosidades retóricas del candidato de ultraderecha. Instalar las propuestas de la ...

TALANTES FILOSÓFICOS

Sobre el realismo y el antirrealismo     Introducción   Uno de los debates filosóficos más encendidos del momento gira en torno a cuestiones relativas a lo real y respecto al acceso al mismo – es decir, acerca de la verdad. Fenómenos en la esfera pública como la llamada «posverdad» le otorgan al debate una apariencia de manifiesta actualidad. Lo cierto, sin embargo, es que en este caso estamos hablando de un tema que está en el origen de la filosofía misma, que, hasta cierto punto, define el marco de la filosofía teórica, y pone las bases para cualquier discusión en la esfera de la filosofía práctica.    En los últimos años, primero a partir de mis estudios en torno a la obra de Charles Taylor y Alasdair MacIntyre, y posteriormente, en mi esfuerzo por comprender a los llamados «nuevos realistas» (Quentin Meillassoux, Graham Harman, Maurizio Ferraris y Markus Gabriel) y sus críticas al posmodernismo, me he inclinado, con cada vez más empeño, por presentar mi espe...

LOS LÍMITES DEL MORALISMO

SOBRE LA GUERRA EN UCRANIA Y LA CRISIS DE DEUDA EN ARGENTINA Sobre los principios universales   En este artículo quiero referirme al fenómeno del «moralismo». Especialmente, lo que me interesa es el moralismo en la política y en la vida académica e intelectual. Para articular mi argumento utilizaré como ilustración las dos circunstancias que he tratado en mis artículos anteriores: la guerra de Ucrania, y la crisis de deuda que vive hoy Argentina.    Comencemos definiendo el moralismo. La definición se la debo a Alasdair MacIntyre, quien, en su más reciente obra,  Ethics in the Conflicts of Modernity,  señala que el moralismo gira alrededor de una comprensión de la obligación que requiere la adopción de una perspectiva impersonal y universal que interpela a todos por igual y, por tanto, resulta hipotéticamente ineludible. Dice MacIntyre:    «Las exigencias impuestas por sus principios son imperativas y coherentes, tanto como principios como en su aplica...