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¿EL FIN DE UNA ILUSIÓN?

Las fuerzas progresistas en Argentina se enfrentan a una derrota electoral que augura un descalabro institucional. La derecha conservadora y libertaria, pese a haber conducido al país a una debacle durante su reciente mandato, exige al gobierno de Alberto Fernández una rendición incondicional. Su control de la agenda mediática y judicial le permite mantener al ejecutivo jaqueado de manera continuada.  Como en otras latitudes, la pandemia y sus consecuencias han abroquelado la bronca ciudadana detrás de personajes que expresan el cansancio, la frustración y el odio que fue cocinándose en los corazones durante los meses de confinamiento y distanciamiento, en los que se ahondó la vulnerabilidad de las grandes mayorías y se dinamitaron los cimientos de las clases medias.  I En la Argentina de hoy, se multiplican los abusos y las violencias de todo tipo, en una suerte de guerra de todos contra todos que parece regresarnos a una suerte de estado de naturaleza hobbesiano, en el que se está pr

LOS LÍMITES DE LA POLÍTICA

  Introducción   Vale la pena pensar qué hay detrás del giro global a la derecha que se extiende a lo largo y ancho del planeta, en un momento en el cual parece urgente articular una respuesta mancomunada para enfrentar la crisis que afecta de manera transversal a la humanidad en su conjunto, aunque cebándose especialmente con las poblaciones más vulnerables.    En este contexto, pese a las dificultades que implica, las fuerzas populares progresistas necesitan resucitar un proyecto genuinamente internacionalista, capaz de hacer frente a la globalización neoliberal y sus alternativas neoconservadoras (cuyo rol consiste en proteger el actual orden de privilegio por medio de una estrategia anti-política). Esto conlleva la formulación consensuada de una alternativa factible que nos permita avanzar hacia una transformación radical.  Algunas de las razones generales han sido expuestas en algunas de mis notas anteriores. Aquí quiero referirme a los límites de la política. Más específicamente,

POSPANDEMIA

Tiempos interesantes La crisis que afecta a la humanidad parece abarcarlo todo. Sin embargo, cabe preguntarse, de qué modo interpretar el presente. ¿Estamos ante el final de un ciclo histórico, el final del actual régimen de relaciones sociales capitalistas tal como lo conocemos, o más bien, como señalan otros, en la antesala de un colapso civilizacional, o incluso la extinción de nuestra especie? ¿Será la tecnología quien nos salve, o las circunstancias nos forzarán a un nuevo modo de vida, a establecer una nueva forma institucional para organizar nuestras relaciones sociales y nuestra relación con el resto de la naturaleza no humana, un nuevo contrato socioeconómico, político y ecológico que haga sostenible nuestra existencia en la Tierra? Si hablamos de cambio de paradigma, de un final de ciclo, lo que siga no necesariamente será mejor de lo que hemos tenido hasta el momento. Sin embargo, ¿podemos continuar por esta misma vía? El horror se asoma como alternativa, pero el miedo a err

CAMPOS DE SENTIDO: Bien común o intereses de clase.

Hace casi siete años, fueron muchos los que auguraron la catástrofe política, social y económica a la que conduciría el gobierno de la entonces coalición Cambiemos. Había razones históricas y evidencias empíricas basadas en el gobierno del PRO en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, además del constatable alineamiento ideológico de dicha coalición, que la asociaba a una tendencia global de gobernanza que ha causado estragos en todas las dimensiones de la experiencia social e individual en el planeta, implementando un programa extremo de apropiación y desposesión. Si echamos un vistazo a las opiniones críticas que se expusieron públicamente por entonces, alertando sobre la deriva que se avecinaba, no solo en el país, sino en el continente, es sorprendente la «precisión» de dichos augurios. En todo caso, lo que cabe subrayar es la cautela relativa de las predicciones si tenemos en cuenta que el resultado de los cuatro años de gobierno encabezados por Mauricio Macri fue mucho más catastróf

CAMBIAR EL MUNDO

I   La primera tarea de la política es entender extensa y profundamente la realidad. Esto no significa exclusivamente entenderla racionalmente – es decir, ser capaces de manufacturar una idea clara y distinta del mundo, una idea que sea fruto del análisis metódico, ocupado en rastrear el presente en el pasado, distinguir las partes que lo constituyen, y categorizar sus funciones, con el fin último de dominar, actuar sobre la realidad, instrumentalizarla.    Nuestra visión de la política es diferente. Exige más que la razón. Involucra también al cuerpo y al corazón. Por eso decimos que la realidad política no puede articularse a partir de un documento de Excel, ni las decisiones políticas pueden formularse a partir de mediciones estadísticas. Tampoco puede concebirse a la política como un «campo de juego» donde la propaganda ejerce su astucia y manipulación. Todas estas son expresiones policiales, administrativas, de eso que llamamos «política», pero no son la política misma.    La polí

«COOPERACIÓN O EXTINCIÓN»

I Comencemos formulando dos preguntas fundamentales que debe responder hoy la política, local y globalmente. (1) ¿Por qué razón, pese a las coincidencias de las “fuerzas progresistas” en lo que respecta al diagnóstico y etiología – las causas últimas detrás de nuestra situación, como también respecto al tipo de transformaciones básicas que debemos llevar a cabo para superar los peligros que nos acechan, parecemos no poder llevar a la práctica dichas trasformaciones?  O, para decirlo de otro modo: ¿qué tipo de obstáculos impiden que salgamos del atolladero en el que estamos cautivos, que nos amenaza incluso con la posibilidad cierta de nuestra extinción como especie, y en el ínterin, con el caos, la guerra, la miseria y los crecientes efectos devastadores que produce el deterioro del medioambiente para nuestra existencia sobre la Tierra? (2) ¿Qué «mitologías», qué imaginarios, qué horizontes de sentido, qué nuevas narrativas debemos cultivar que sirvan como combustible para movilizar a