Entradas

MÁTALOS SUAVEMENTE

Imagen
(1) El diario La Nación publica en su edición de hoy un artículo de Andrés Hatum, profesor en la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella titulado: “Argentina S.A., los primeros 100 días de su CEO” (refiriéndose a Mauricio Macri, el presidente de los argentinos). El título no es inocente, por supuesto. Está en línea con la "revolución cultural" que propone Cambiemos, cuyo objetivo principal es despolitizar el escenario en disputa: una sociedad despolitizada es una sociedad obediente. Prácticamente la totalidad de los Ministerios y otros altos departamentos están ocupados por altos ejecutivos de importantes multinacionales (Techint, HBSC, Monsanto, Shell, LAN, etc.). La escenografía que se publicita emula la que habitan las élites corporativas: abunda la trasparencia, regresan los "equipos" a reunirse en gabinete. Los elementos discursivos que componen el acervo macrista están disociados de cualquier referencia política: la hipotética e

LA REPÚBLICA PERDIDA

Imagen
El macrismo se apresta al saqueo silenciando medios, echando periodistas, limitando la protesta social, ignorando el poder legislativo, blindándose judicialmente.  Mientras tanto, los argentinos nos aprestamos a vivir un nuevo saqueo, gestionado por los legítimos herederos del menemismo y el delarruismo, y con la complicidad activa y pasiva del 50% de su población (como entonces). Nos toca vivir otra vez el silencio cómplice de quienes lo votaron, quienes acompañaron la estigmatización, quienes injuriaron, quienes convirtieron, otra vez, un gobierno popular en objeto de su furia y su ignorancia. ¿Nos tocará otra vez salir a la calle, volver a ser agredidos, silenciados, desaparecidos? Como señalaron sin vergüenza la vice-presidenta, Michetti, y la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, no les temblará la mano a la hora de reprimir. Volverán a pegar cuantas veces sean necesarias, para escarmentar, para disciplinar, para facilitar el proceso de restauración oligárquica en

LO IMPOSIBLE

Imagen
El shock Estas últimas semanas han sido, para muchísimos argentinos, un “shock”, en el sentido político que le dio al término la periodista canadiense Naomi Klein. Primero fue la sorpresa del fracaso electoral del FpV en la primera vuelta. A continuación, el balotaje que trajo consigo el triunfo de Cambiemos, aunque barajada la derrota desde la primera convocatoria electoral, fue experimentada por quienes apoyaron al kirchnerismo como un mal sueño (para no decir una pesadilla). Luego vinieron, (1) la despedida de Cristina, que regaló a una parte de la ciudadanía algunas horas de consuelo y esperanza. A otros la presencia de la entonces mandataria les produjo el resquemor habitual, la rabia y el asco reiterado con fruición durante los últimos años. Después, (2) vino la asunción presidencial, enmarcada en una pugna escandalosa que opaco el traspaso simbólico en la Casa de Gobierno, la presidencia fugaz de Pinedo (quien asumió interinamente a través de una cautelar y una orden judic

LA COMPRENSIÓN DEL OTRO. De la política al más allá.

Imagen
Introducción El título de este post comenzó siendo “La oportunidad”. Quería mostrar que, más allá de los peligros que acechan al proyecto "nacional y popular" que pretende encarnar el kirchnerismo, el triunfo de Cambiemos puede servirnos para profundizar el reconocimiento de derechos de una manera más amplia. Lo cual no quita reconocer la peligrosidad que supone para los intereses populares un gobierno neoliberal y neoconservador como el de Mauricio Macri, que ha llegado al poder a través del voto popular, con enormes recursos debido al control territorial del Estado y de los distritos más populosos y ricos del país, con las espaldas bien guardadas por el poder mediático y judicial. Los recientes nombramientos de miembros de la Corte Suprema por decreto confirman nuestros temores. Algo de eso diré a continuación. Ahora bien, cuando leí las noticias sobre las elecciones en Francia se me ocurrió que un elemento importante que estábamos olvidando en nuestro análisis y

LOS ARGENTINOS Y SUS DERECHOS

Imagen
1. El mundo de la vida (el mundo de la cultura y la cotidianeidad) está acosado por dos subsistemas: el capital corporativo (dinero) y el Estado burocrático (poder). En épocas recientes hemos visto como el capital corporativo y el Estado burocrático actúan conjuntamente, no ya como competidores, sino como socios incestuosos, haciendo más difícil a los ciudadanos tener control sobre sus vidas. 2. Los medios de comunicación masiva y las redes sociales han transformado la esfera pública, ampliándola, pero también dislocándola y diluyéndola en un océano de voces en el cual resulta difícil para las mayorías orientarse. Sólo a través de una estrategia concertada de los movimientos políticos y sociales de «los de abajo» (como ejemplifica la consciencia en el terreno medioambiental, fruto del empeño estridente de los grupos ecologistas durante más de cincuenta años) pueden afectarse positivamente los «imaginarios sociales». 3. Los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernán

THE NEW AGE

Imagen
La “prensa oficialista” nos deleita con eufóricas odas a la nueva política del país ( Fidanza, La Nación, 12/12/2015 ). El empeño consiste, en su mayor parte, en marcar las diferencias con el gobierno saliente, contrastar estilos y políticas de fondo.  Una lectura serena del discurso de Mauricio Macri el día de su asunción nos permite discernir generalidades, estrategias residuales de campaña y proyectos efectivos. Para sus periodistas adeptos, el eje central del mensaje presidencial es la unidad de todos los argentinos. Desmedidos en su adjetivación, sostienen que la diferencia más importante con la exmandataria, Cristina Fernández, es su vocación dialógica. Las fotografías durante su primer día presidencial lo reproducen en ese empeño: el encuentro con los postulantes que compitieron con él realza esa aspiración.  Más difícil es ubicar en el mismo paquete (1) el desplante que supuso la tramitación de una cautelar a espaldas de los negociadores del FpV que acabó con la

LOS DISCURSOS

Imagen
Cuando escuchamos un discurso político, especialmente en el momento de una asunción presidencial como la que presenciamos o visionamos ayer, esperamos ver y escuchar algo sustancial. Todos los argentinos, supongo, esperábamos alguna definición, alguna respuesta a la pregunta que todos nos hacemos: ¿Y ahora qué? ¿Hacia dónde vamos? Un presidente es el representante del pueblo. No está allí para mandar, sino para obedecer el mandato de su pueblo. Suponemos que ha escuchado la voluntad popular y ha tomado las riendas del gobierno para servirlo, conduciéndolo hacia el propósito que explícita o implícitamente ha expresado con su voto el soberano (el pueblo). En ese sentido, esperamos que en una discurso inaugural se desplieguen, aunque más no sea de manera imprecisa, los grandes ejes de la política por venir. En ese sentido, ¿cómo no incluir en el discurso algún elemento utópico? Aunque la utopía sea eso: un no-lugar. Y, por ello, un fin inalcanzable, irrealizable, es e