EL CATALANISMO INVENTA A SU OTRO
Las calles en disputa Las calles de Catalunya se llenaron de senyeras, banderas españolas y estandartes europeos. La estampa fue inesperada. Las esteladas reinaban en Catalunya de manera rotunda. Después de semanas de manifestaciones independentistas, la sensación era que el 50% de la población que en las urnas no acompañó a los partidos independentistas que forman la coalición Junts pel sí + la CUP, ni participó del referéndum convocado por el Parlament el 1 de octubre, no tenían nada que decir. Muchos creíamos que esa mitad del país era indiferente a la suerte echada por el independentismo, o simplemente era una ficción que repetían los políticos para justificar sus fracasos electorales y la soledad que acostumbra rodear sus intervenciones públicas. Como afirmaba hace algunas semanas Iñaki Gabilondo, la mención a la “mayoría silenciosa," un tropo habitual de la prensa españolista, no tiene relevancia política alguna. Hoy, una nutrida multitud que dice representar ese otro