LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD.
I Analicemos el siguiente dilema moral. Somos de aquellos que conceden una importancia, en primer lugar, al «éxito profesional». Para ello dedicamos muchas horas y esfuerzos. También consideramos importantes nuestras relaciones íntimas, familiares y sociales. La «realización personal» también depende de éxito que tengamos en nuestras relaciones significativas. Un buen día, descubrimos que nuestra vida profesional se ve amenazada por las exigencias de nuestra vida íntima. Parece que no dedicamos suficiente tiempo a nuestros allegados. «Invertimos» la mayor parte del tiempo y energías disponibles al trabajo, mientras que a nuestra familia y amigos les ofrecemos migajas de atención. Más allá de los motivos que explican que prioricemos el trabajo por sobre la vida familiar, lo cierto es que hemos tomado una decisión: priorizar el trabajo por sobre la familia. Tanto el trabajo, como la familia, son bienes. Por lo tanto, al cumplir con las exigencias que nos impone un ámbito, sab