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CATALUNYA PONE EL FRENO

Después de varias semanas esperando medidas para frenar la escalada silenciada por los grandes medios locales, comprometidos, más que con la información, con la tarea de dar ánimos a la ciudadanía en un momento de incertidumbre, el Govern de Catalunya ha optado por la opción drástica frente a la pandemia, replicando las estrategias de Bruselas y París, que en estas horas viven un estado de sitio. En contraposición, el gobierno de Madrid desafía su suerte, despreciando la amenaza creciente de la que alertan los expertos. No valoraré la eficacia relativa de las medidas concretas, la cirugía fina, por sectores, que afecta de manera diferencial a unos y a otros sobre la base de criterios no siempre fáciles de discernir. Lo que quiero en este artículo es abordar una cuestión de fondo en el debate en torno a la pandemia: cuáles son los principios guían nuestra interpretación de los datos estadísticos y fundamentan nuestra acción.  Que la pandemia «la hay», parece innegable, aunque algunos co

PARADOJAS DE LA DEMOCRACIA CATALANA. La escuela pública y el «derecho a decidir»

El contexto  En este artículo quiero contarles sobre una batalla personal que estoy librando en estos días en Catalunya. Algunos de ustedes la habrán intuido leyendo mis artículos previos. Hoy seré más explícito, porque necesito hacer pública la campaña que iniciaré para defender a mi familia frente al ataque y dejación que estamos sufriendo por parte de la administración pública. Todo comenzó en febrero-marzo de este año, cuando la pandemia empezaba a asomar los dientes en Europa. La información que estábamos recibiendo era bastante obvia. Era cuestión de días para que el virus llegara a España y las consecuencias serían catastróficas. En Italia, los números crecían de manera exponencial. Mientras tanto, en Catalunya, los medios de comunicación, y los responsables políticos y sanitarios, aseguraban que todo estaba controlado. Lo que estábamos viendo en Asia y en Italia, decían, no ocurriría en el territorio catalán, entre otras cosas, porque teníamos un sistema de salud garantizado, d

BETEVÉ: CULTURA «PROGRE»

En esta nota me gustaría comentar el siguiente titular de Betevé : «Escuelas confinadas. El 84% de los centros de Barcelona, sin grupos confinados». El título es uno, entre docenas de títulos semejantes, en la prensa oficialista que actúa como cheerleader de la fracción «progre» en la ciudad condal. Antes de desplegar mi argumento, quisiera hacer una aclaración. No tengo nada contra el «progresismo». Todo lo contrario, podría definirme políticamente en esos términos. Sin embargo, se trata de una noción equívoca que puede llevar a malentendidos. En mi caso, por ejemplo, pese a considerarme progresista no me siento identificado con la política «progre» de Barcelona. Eso no me convierte en un antagonista de esa tribu. En general, es la más amable de las afiliaciones que componen la geografía sociopolítica de la ciudad. Hay otras afiliaciones que resultan más amenazantes. Sin embargo, la aparente insipidez de los «progres» locales tiene sus consecuencias. Obviamente, como no puede decirse

«LA NORMALIDAD ES LA MUERTE»

Sobre la buena suerte Hace unos días nos desayunamos con una cifra: 1.000.000. El número corresponde a la estadística oficial de víctimas que produjo el Covid-19. Cifra que lejos está de ser definitiva. Los expertos esperan que el número se duplique si continúa avanzando la segunda ola, y Europa parece que estará en el centro de esta catástrofe a medida que avance el otoño y el invierno. En Madrid, la asociación de víctimas del Covid-19 tuvo la «feliz» idea de plantar 53.000 banderas en un parque con el fin de que visualicemos la magnitud de la tragedia en el Estado español. La cifra tiene en cuenta los cerca de 30.000 fallecimientos oficialmente reconocidos, y la proyección que sugiere la diferencia de fallecimientos entre un año sin pandemia (2019), y otro en pandemia (2020). Los números seguirán subiendo. Mientras las muertes se multiplican, ¿cuántas personas han sufrido el trance de velar por sus seres queridos ingresados en terapias intensivas o han visto como colapsaban sin pode

CONTRA LAS FAMILIAS

Desde Barcelona –  A una semana del inicio de las clases en España, la situación epidemiológica no está resuelta. Los guarismos anuncian un otoño de contagios y muertes, y la perspectiva de un invierno catastrófico no está descartada. Las mentiras concertadas durante toda la pandemia por parte de los responsables políticos convierten en risibles las garantías de seguridad que proclaman para las aulas. Seis meses después de la erupción de la pandemia, y con la experiencia que supuso el período obligado de confinamiento, las medidas de prevención adoptadas para el retorno de las niñas y los niños a las escuelas lucen decididamente chapuceras, oportunistas e ideológicamente motivadas.  En Catalunya, el enfado de una parte de la población ante la arbitrariedad impuesta a padres y alumnado se ha traducido en varias acciones colectivas, entre ellas una solicitud de amparo al Supremo Tribunal de Justicia de Cataluña exigiendo que se autorice la educación virtual para los casos que así lo soli

FRATRICIDIOS. Argentina en pandemia

Vivimos una época que exige más inteligencia y más corazón del que habitualmente invertimos en nuestras vidas. La pandemia ha desnudado rincones oscuros en nuestras sociedades que, agazapadas durante mucho tiempo detrás del conformismo que impone la normalización de la vida social, ahora muestran su rostro horrible, vociferante, patotero, enloquecido.  Roto el «contrato social» que impone el mercado con su orden de clase y su normalidad de injusticias y desigualdades, emerge la frustración y la ira, la sed de venganza, y la amenaza de volver al todos contra todos.  De este modo, el orden visionado por la razón liberal muestra su límite. Nos aproximamos peligrosamente a condiciones que exigen un «estado de excepción». Las derechas lo huelen y anuncian que están dispuestas a dar el paso hacia lo prohibido. La democracia cruje. Los sectores populares exigen la protección y el derecho a defenderse que en raras ocasiones los gobiernos de consenso están dispuestos a conceder.  Todo esto prue

EL PERSONAJE ILUSTRE

Más allá de la pandemia  La Organización Mundial de la Salud ha vuelto a advertir que la pandemia va para largo. Mientras esperamos la milagrosa vacuna, los gobiernos del mundo, en función de sus recursos y sus circunstancias particulares, experimentan con diferentes recetas. En principio, el objetivo es contener la enfermedad, mantener la economía a flote (pese a que la embarcación en la que viajamos está inundada y las grandes mayorías ya vivimos con algo más que los pies bajo el agua) y construir un mínimo de consenso que garantice la cohesión social, indispensable para mantener, al menos, las apariencias democráticas. Pero no todo es preocupación por el hambre y la miseria, la salud y la muerte de las poblaciones. Para las grandes corporaciones y fondos de inversiones, el objetivo es evitar a cualquier costo cambios estructurales que pongan en peligro los privilegios que han facilitado la desposesión sistemática de las poblaciones para su beneficio, su sobreexplotación creciente, y