NO ME DIGAS QUE SOMOS UN PUEBLO


Milei viaja a España para apoyar a la extrema derecha, a esa derecha franquista y neoliberal que busca derrocar al gobierno de Pedro Sánchez. Las derechas no tienen patria ni corazón. Odian a sus conciudadanos, aunque prometan perseguir a los inmigrantes para protegerlos de un mal imaginario. Son prisioneros del deseo egotista que, en nuestra época, se traduce en una cuenta bancaria abultada y en pasearse por los salones de los malos de turno.

Argentina, una vez más, es un laboratorio social. Lo fue durante el maldecido kirchnerismo, cuando todavía se podía decir «Patria Grande» sin ser perseguido. Hoy estamos en cuenta regresiva. La derecha crece a golpe de efectos, alimentada por la enloquecida psiquis de jóvenes hambrientos de ilusiones manufacturadas en la web, soñando con ser el próximo Elon Musk.

Con una mano en el corazón, confieso que parece difícil sostener la esperanza. Pero no hay que perderla: cuando eso ocurra, estaremos definitivamente perdidos.

Mientras Milei golpea a los jubilados, se ríe de los discapacitados e insiste en su batalla cultural contra esa «podredumbre» que llaman la justicia social, al tiempo que desprecia el hambre de su propio pueblo, en Israel votan mayoritariamente (casi unánimemente) por seguir patando y hambreando a los palestinos, indiferentes a las decenas de miles de niños que nos ofrecen cada día en el altar de su imaginario sionista. Argentina e Israel se miran en el mismo espejo: quieren un territorio vaciado para llenarlo con los suyos. La derecha siempre sueña con montañas nevadas y campos pelados. Locke decía que América era un territorio inhabitado, en el que sus pobladores eran entonces «menos que nada». 

La bandera celeste y blanca debe ser manchada. No hay pureza en este paño que alzaron dictadores, villanos, ricachones colonizados y oligarcas traidores. Hay que crear otra patria. Dejar de pensar en «nosotros» como un solo pueblo con un solo destino. Hay que dejar de festejar goles y cantar el himno emocionado.

Argentina tiene que ser otra que sí misma, o ser nada... menos que nada. 

NO ME DIGAS QUE SOMOS UN PUEBLO

Milei viaja a España para apoyar a la extrema derecha, a esa derecha franquista y neoliberal que busca derrocar al gobierno de Pedro Sánchez...