Entradas

CREER O NO CREER, O EL MUNDO AL REVÉS.

Parece prudente advertir que el humanismo moderno se aproxima sin interrupción a su propio colapso como trasfondo moral. Estamos dejando de creer lo que creíamos. Nuestras virtuosas aspiraciones de libertad, benevolencia igualitaria y justicia universal son incapaces de sostenerse por sí solas y las democracias liberales no tienen la 'pasión' suficiente para sostener aquello que creemos más valioso. Entre las valiosas enseñanzas de estos días, me llamó la atención una mujer palestina a la que un periodista de Al-jazeera le preguntó: -¿Tiene usted miedo? Ella respondió en tono desafiante, pero con humor pese a las circunstancias, y una sonrisa incomprensible en el rostro: -¿Por qué razón tendría yo que tener miedo? Tengo a Alá de mi lado, y tengo la razón. Son ellos quienes matan a nuestros hijos, son ellos los que se apoderan de nuestra tierra, son ellos lo que pretenden echarnos al mar. Morir... morir se muere sólo una vez en la vida. Y yo voy a morir resistiendo. Mi muerte s

RESISTENCIA PLANETARIA: ¡BASTA YA!

Vivimos una época privilegiada y oscura. Todas las pretensiones morales de los gobiernos occidentales pueden darse por enterradas. La guerra de Irak no fue un caso aislado, y la presidencia de George W. Bush, en contra de lo que nos quieren hacer creer, no fue diferente a las presidencias que le precedieron, ni la del señor Obama será el cambio que esperamos. Las democracias occidentales están desacreditadas. Los ciudadanos intuyen que el poder se encuentra en otro lado, lejos de las urnas, y los políticos apenas hacen esfuerzo alguno por aparentar lo contrario. La crisis financiera esta ofreciendo a los ciudadanos un espectáculo de impunidad y una agenda política que da la espalda a los intereses de la población, mientras los grandes medios de comunicación que participan directa o indirectamente en el robo, ofrecen con sabiduría su cuota de templanza para evitar la catástrofe del descontento de los pueblos. De pronto, la solidaridad y la benevolencia se han convertido en asuntos de ri

TRES LECCIONES DE ROBERT FISK

Durante los últimos días, intentando comprender lo que ocurre en Oriente Próximo, he vuelto la mirada en busca de alguien que me guíe en este laberinto de espanto que compone una parte crucial del trasfondo de mi vida. Entender mi vida, como ciudadano en el planeta, necesariamente implica reconocer la presencia de un conflicto permanente y sangriento que ha hecho pedazos las falsas promesas e ideales humanitarios de nuestra civilización. Pensar el mundo en el que he vivido, las decisiones que he tomado, está conectado de modo inextricable con la historia de Oriente Próximo. Esta historia esta conectada a su vez, con el genocidio judío cometido en la Alemania nazi, y la huella de violencia e incomprensión se prolonga sin interrupción al tiempo de las cruzadas, a la crucifixión de Cristo, y al exilio y la promesa de una tierra. En vista de las atroces imágenes del cerco y la masacre de Gaza, y el recuerdo de los bombardeos de Israel sobre el Líbano hace pocos años, intento una explicació

VER MORIR

Hace unos días el gobierno de Israel emprendió una ofensiva sobre el territorio de Gaza. El resultado hasta el momento son más de trescientos cadáveres y un millar de heridos. Frente a la atrocidad de las imágenes, las razones esgrimidas por el gobierno Israelí aumentan el sentimiento de una perversa motivación subyacente. La historia de los excesos israelíes en su 'hipotética' lucha contra el terror es tan prolongada, y tan persistente el cretinismo de quienes defienden sus políticas, que resulta difícil atinar las palabras. En momentos así es cuando hablar parece no servir de nada.Las palabras se han hecho huecas, tontas, frívolas. ¿Cómo decir el asesinato que estos ojos nuestros ven? ¿Hemos llegado acaso a un momento de la historia tan funesto que los gestos resultan bufonadas? La condena internacional nos hace reír nerviosamente, indignados. ¿Recuerdan los bombardeos sobre el Libano? Mientras veíamos morir discutíamos lo apropiado de los adjetivos y la gramática de la disu

BAJTIN Y NAGARJUNA: NOTAS SOBRE LA IDENTIDAD

Como no podía ser de otro modo, el centro de la reflexión ética y política está ocupado por la cuestión de la identidad. Sobre este trasfondo, articulamos nuestras aspiraciones e ideales. Por lo tanto, dedicar unas líneas al tema puede resultar interesante si nuestro propósito es echar luz a las circunstancias históricas que nos toca vivir. Recordarán que en la República , Platón ofrece su interpretación del alma humana centrando su atención en la sociedad política. El argumento corría del siguiente modo: si nuestra intención es comprender el alma, lo mejor será enfocarnos en el modo en el cual se organiza la sociedad justa, porque es en la Polis donde se escribe con letras grandes y por tanto más legibles, lo que en el alma de los hombres está inscrito en letra pequeña, a veces difícil de descifrar. Una de las razones que sustentaba esta perspectiva consistía en la creencia antigua en un orden cósmico en el cual los individuos participaban. Pero este orden óntico ha sido desacreditado

¿ES POSIBLE RENUNCIAR A LAS IDEOLOGÍAS?

Durante las últimas décadas, ha habido una presuntuosa pretensión por parte de algunos, de haber superado las ideologías. Los elogios que a sí mismos se prodigaban los adherentes de esta doctrina post-ideológica, encapsulan de un modo aun más burdo y simplista los enunciados originales de las ideologias liberales utilitaristas. Pese a la inarticulación respecto a cuestiones metafísicas fundamentales, los pragmatistas a los que hago referencia son en general realistas, con cierta tendencia hacia un empirismo desprolijo y acomodaticio. A los líderes políticos que comulgan con esta órbita de pensamiento, se les admira porque han sido capaces de desnudarse de las lecturas ideológicas que se juzgan siempre sesgadas. Una persona atrapada en la ideología es una persona 'primitiva', en cierto modo maligna, incapaz de realizar una lectura realista de lo real de suyo. Estos supuestos 'pragmáticos', de modo inarticulado, sostienen que la realidad tiene un modo de ser determinado:

¿LA VIOLENCIA ENGENDRA LA VIOLENCIA?

Los humanos somos temerosos. A la mayoría nos asusta la noche y el silencio. La soledad nos vuelve paranóicos, y las multitudes nos amedrentan. Nuestra estrategia común es no pensar en la muerte. Hablar de la enfermedad, a menos que se la padezca, resulta de mal gusto. Es preferible meter la cabeza en un agujero y jugar al avestruz y hacer de cuenta que aquí no pasa nada. Los humanos somos envidiosos. No nos gusta el éxito de nuestros semejantes, a menos que el nuestro sea mayor. Admiramos la belleza de nuestros prójimos, pero un malestar advierte que nos incomoda. Lo mismo ocurre con la inteligencia que ensancha nuestro asco. Los humanos somos celosos de lo nuestro. Nos aferramos al cuerpo que se marchita y que al final se terminará pudriendo. A relaciones que se estropean. A las posesiones nuestras que están llamadas inevitablemente a sobrevivirnos, a menos que seamos capaces de hacer estallar el mundo para que no haya nadie que nos herede. Cuando aquello que señoreamos se rebela con