MENTE Y POLÍTICA. FRONTERAS DE LA MEDITACIÓN
La tradicional frontera entre la psicología, por un lado, y la filosofía social y política, por el otro, ha sido invalidada por la condición del hombre en la era presente: los procesos psíquicos antiguamente autónomos e identificables están siendo absorbidos por la función del individuo en el Estado, por su existencia pública. Por tanto, los problemas psicológicos se convierten en problemas políticos: el desorden privado refleja más directamente que antes el desorden de la totalidad, y la curación del desorden personal depende más directamente que antes de la curación del desorden general. Herbert Marcuse, Eros y Civilización. Introducción En la entrada anterior apunté algunos temas que deseaba abordar de manera preliminar en la primera sesión del seminario que estoy dictando en estos días virtualmente sobre «meditación budista». Decía, entonces, que mi interés por la filosofía y la práctica budista se debe a que considero al budismo una ...