EL GRITO
Introducción Vivimos tiempos convulsos, violentos, marcados por el abuso, la frustración y el agotamiento de las fuerzas vitales de las poblaciones, sometidas a una tensión creciente y un aparato impiadoso de desorientación cognitiva. En un escenario semejante, no es casual la radicalización política y el desmembramiento del tejido social. La aceleración y precariedad que imponen los regímenes de acumulación flexible socavan las certidumbres que exigen los individuos y las sociedades para lograr su realización. En este escenario, “la verdad y la mentira” se vuelven, en palabras de Nietzsche, fenómenos “extra-morales”, armas de destrucción masiva, meros instrumentos del poder. Sin verdad sustantiva, no hay comunidad. Arrecia entonces la soledad, impuesta como dínamo de un sistema de relaciones sociales volcado exclusivamente a la valorización del valor, la ganancia del capital. La rebelión de las masas Los amantes y los amigos no consumen, se comparten mutuamente. En el abra