FILOSOFÍA, POLÍTICA E IDENTIDAD.
Con la política y la antipolítica pasa algo semejante a lo que ocurre con la filosofía y la antifilosofía. La antifilosofía fue el anuncio largamente pronunciado del fin de la filosofía, y la antipolítica la pretensión del fin de la política a favor del mercado. Es posible establecer correspondencias entre estas pretensiones, porque entre la historia de la filosofía y la história de la política hay correlatos ineludibles. Hay casos paradigmáticos: Platón y Aristóteles, por un lado, Heidegger y Kojève, por el otro. Pero lo importante no son, necesariamente, las correspondencias que encontramos en la actividad política individual de los hombres que hacen filosofía, sus fracasos y traiciones, sino más bien en lo que hay de político en toda filosofía, y lo que subyace filosóficamente a toda política. La praxis, después de todo, y si creemos en el mandato hegeliano que insiste en que pensar implica la negación de la cosa presente, sólo puede ser comprendida desde el trasfondo de significac