YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS

No se trata de un partido político ni de una ideología particular. Como diría Ortega: es el yo enfrentando sus circunstancias. Sin embargo, merece algunas líneas en este blog en una semana marcada por las expresiones afiladas de victimización e indignación dispuestas en la agenda. El discurso es rabioso. Acompañado por el gesto asqueado y la condescendencia frente a las masas que organizan el clientelismo y el “patoterismo” oficial. El testimonio en primera persona despunta en los relatos y la referencia al asco que despiertan las figuras emblemáticas de un gobierno que se considera corrupto, ideológicamente pervertido y autoritario, son sintomáticos. No se sabe lo que se quiere, ni cómo se lo quiere, pero se lo quiere ya. La épica del “¡que se vayan todos!”, que aún recuerdan con nostalgia algunos protagonistas de las protestas del 2001 que hoy se congregan en las esquinas de Buenos Aires, sigue modelando (sin quórum de transversalidad social) las expresiones de malestar de...